No escribo para hacer historia, sino para contar una historia que tomó forma por si misma a través del tiempo. No escribo para que les guste, escribo porque yo lo amo. No escribo para ustedes, escribo para los personajes, pues son quien necesita vida. No escribo para que les guste, sólo escribo por contar.

New Born

De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria
Jorge Luis Borges.

Borges era un tipo muy sabio, algo loco y muy hombre para sus cosas, pero eso no le quita lo sabio.
Si bien es verdad que una debe ser cuidadosa con su propiedad intelectual no se pierde nada con comentar un fragmento si ton ni son que carece de sentido a la vista del lector desinformado.
No pretendo contar una historia, porque en si, ya es historia por si misma. Pretendo nada más dejarla en algún lugar, del cual nunca se borrara, aunque nadie la lea jamás, además de mi...
Es parte de mi mente, parte de mi historia, de mi amor y de mi dolor, es parte de mi alma, es todo lo que soy.
Si tuviera la seguridad de que fuera de mi mente estas historias tendrían el valor que tienen dentro de ella o el valor que le asignan las pocas personas que las conocen, probablemente me dedicaría a escribir toda la vida, porque ideas en mi cabeza hay más que agua en el mar (al menos eso creo..)
No sé si son buenas o malas, pero sé que son y que no quiero mantenerlas más solo en mi frágil mente de Dori que eventualmente olvida todo.


En fin, creo que he llegado al fin de este discurso sin patas ni cabeza, no logro decidirme si debido al sueño o a las ansias de hermosear este nuevo espacio, que de los 6 blog que he hecho, es el primero que espero conservar por un periodo superior a 2 meses.
¿Y quien soy yo? Es irrelevante, podría llamarme Adriana, asi como Natalia, Antonia o Nicole; para usos prácticos, seré Alice y para los no tanto... también.

Alice.
Existe una sola e inevitable verdad y es que nunca somos verdaderos, hasta que la tormenta está sobre nuestras cabezas.
Pues la lluvia, se lleva todas las máscaras, la lluvia quita toda cáscara. Y peor aún es cuando el sol no sale y salimos fuera de nuestros cascarones a echar un vistazo y nos encontramos con la más triste y oscura realidad. El verdadero rostro del resto y peor que aquello, el verdadero rostro nuestro.